Por Eva Llergo
De repente se escucha una música… y un cortejo multiforme de zancudos, enmascarados, saltimbanquis y, claro, a la vez músicos surgen como por arte de magia en la madrileña plaza de Lavapiés tirando de su carro. ¿Por qué no pasará esto más a menudo? Una siente bullir la energía nada más verlos. Sigue leyendo
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